Mapas: El Estrecho de Malaca

¿Por qué es tan importante y estratégica su ubicación?  

El Estrecho de Malaca es una vía marítima natural que une el mar de Andamán, en el océano Índico, con el mar de China Meridional, en el océano Pacífico. Situado entre la costa nororiental de la isla de Sumatra en Indonesia y la costa suroccidental de la península malaya, conecta economías asiáticas clave como Malasia, Singapur y Tailandia. 

Su ubicación estratégica lo convierte en un elemento esencial para el comercio entre China, India y el Sudeste Asiático, desempeñando un papel fundamental en la cadena de suministro global. 

Lejos de ser simplemente una ruta marítima, el Estrecho de Malaca es una arteria vital para el transporte internacional, destacándose como uno de los canales con mayor tráfico a nivel mundial. De acuerdo con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), más de la mitad del comercio marítimo mundial transita por esta ruta cada año. 

Aunque el Estrecho de Ormuz lidera en tráfico de petroleros, el de Malaca sobresale en el movimiento de carga general, consolidándose como un pilar fundamental de la logística global. 

Este paso marítimo se extiende a lo largo de 930 kilómetros, con una anchura que varía entre 38 y 393 kilómetros. Sin embargo, en su punto más angosto, frente a Singapur, la anchura se reduce a solo 2,8 kilómetros. Su profundidad media es de 37 metros, aunque en algunas zonas puede disminuir a menos de 25 metros, lo que limita el tránsito de buques de gran calado. 

Dicha restricción ha dado origen a los llamados buques «Malaccamax», específicamente diseñados para atravesar el estrecho, con dimensiones máximas de 333 metros de eslora, 60 metros de manga, 20,5 metros de calado y un peso muerto de hasta 300.000 toneladas. 

Cada día, aproximadamente 200 embarcaciones cruzan este estrecho, sumando alrededor de 80.000 buques al año. Solo en 2022, se contabilizaron 82.819 barcos según datos de Informare.it. 

Se estima que cerca del 25% del comercio mundial y el 80% del petróleo consumido en Asia transitan por el Estrecho de Malaca. Además, más del 25% de los contenedores globales y la mayor parte de las manufacturas de China, Japón y Corea pasan por esta vía. 

El Estrecho de Malaca, en conjunto con el Estrecho de Singapur, constituye uno de los corredores marítimos más críticos de Asia, vinculando no solo China, India y el Sudeste Asiático, sino también a los productores de petróleo de Oriente Medio con los mercados de China, Japón y Corea. 

Su trascendencia no se limita a los países de la región, que aprovechan la conectividad geográfica del estrecho, sino que también es un foco de interés para potencias globales como Estados Unidos, el Reino Unido y Francia. Estas naciones lo consideran uno de los «choke points» más importantes del mundo, comparable al Canal de Suez. 

La Marina de los Estados Unidos identifica el Estrecho de Malaca como uno de los once puntos críticos del transporte marítimo global, y como uno de los seis cuellos de botella del tránsito de petróleo, según la Administración de Información Energética (EIA). 

Un bloqueo en esta zona tendría un impacto devastador: la mitad de la flota marítima mundial se vería forzada a desviarse, afectando significativamente el envío global de petróleo, incrementando los costos de transporte y disparando los precios del combustible. 

El mayor riesgo en esta vía radica en el alto volumen de tráfico que genera un cuello de botella permanente, susceptible a la piratería, el robo a mano armada, los accidentes y las tensiones geopolíticas. 

Actualmente, el estrecho es escenario de cooperación y conflicto simultáneamente. Indonesia, Malasia y Singapur han establecido acuerdos para garantizar la seguridad mediante patrullas conjuntas y sistemas de vigilancia, aunque persisten disputas territoriales y reclamos de otros países, como China e India, en busca de mayor presencia en la región. 

En noviembre de 1971, Malasia e Indonesia declararon que el Estrecho de Malaca no era una vía internacional, pero permitieron el tránsito de embarcaciones extranjeras bajo el principio de paso inocente. No obstante, Singapur no adhirió a esta declaración. 

En definitiva, el Estrecho de Malaca no es solo una ruta de navegación, sino un pilar crucial de la logística internacional y la cadena de suministro global. Su importancia geopolítica y su impacto en el comercio marítimo lo convierten en uno de los pasos estratégicos más relevantes a nivel mundial. 

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